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viernes, 15 de marzo de 2013


Tipos de Lectura

1.Lectura mecánica
Se limita a identificar palabras prescindiendo del significado de las mismas. Prácticamente no hay comprensión.
2. Lectura literal
Comprensión superficial del contenido.
3. Lectura oral
Se produce cuando leemos en voz alta.
4. Lectura silenciosa
Se capta mentalmente el mensaje escrito sin pronunciar palabras. El lector puede captar ideas principales.
5. Lectura reflexiva
Máximo nivel de comprensión. Se vuelve una y otra vez sobre los contenidos, tratando de interpretarlos. Es la más lenta.
6. Lectura rápida
Sigue la técnica del “salteo” que consiste en leer a saltos fijándose en lo más relevante. Es una lectura selectiva.


TIPOS DE LECTURA SEGÚN SU FINALIDAD

En esta categoría encontramos cinco (5) tipos de lecturas, a saber: exploratoria, informativa, de estudio, evaluativa y recreativa.
a) Exploratoria, global o de sondeo, este tipo de lectura se caracteriza por ser rápida y selectiva. Se realiza con el propósito de buscar una información específica (una fecha, una noticia, un nombre, una definición, etc.) en un texto extenso. Consiste en leer rápidamente, pasando la vista sobre el texto de arriba abajo, con la atención concentrada sólo en las palabras claves de lo que se busca.
b) Informativa, lectura que se realiza cuando deseamos comprender a grandes rasgos y rápidamente el contenido global de una noticia, un artículo, etc. Consiste en leer velozmente, pero deteniéndose en lo que interesa, y saltando las partes que se consideran poco importantes.
c) Lectura de estudio, es la lectura completa y lenta donde predomina el interés de recordar todos los contenidos. Se caracteriza por ser cuidadosa, y porque el lector se mantiene activo subrayando, tomando notas, haciéndose preguntas, repasando, etc.
d) Lectura crítica o evaluativa, se realiza cuando deseamos dar una opinión autorizada sobre la calidad de un escrito. Es una lectura lenta, cuidadosa y reflexiva que implica la toma de notas, consulta de otros textos y de personas especializadas.
e) Lectura literaria o recreativa, en este tipo de lectura el lector tiene como propósito fundamental disfrutar la belleza de lo escrito, por ello no es posible dar normas para su realización. Cada lector lee a la velocidad y de la forma que más le agrada.

EL MEJORAMIENTO DE LA COMPRENSIÓN

Sin comprensión no hay lectura. De allí que la primera preocupación de un buen lector es comprender. Veamos cómo puede aumentarse este factor:
1. Cuidémonos del cansancio y de las enfermedades oculares. Si los ojos nos duelen, se cansan o se ponen rojizos; si tenemos dolores de cabeza y no vemos bien muy cerca o muy lejos, consultemos al oftalmólogo. Usemos anteojos cuando sea necesario.
2. Leamos, leamos frecuentemente. La manera más efectiva de aprender a hacer zapatos es haciendo zapatos.
3. Leamos siempre con un propósito definido. Antes de comenzar a leer preguntémonos qué vamos a leer y para qué. Leamos con intención de recordar y con lápiz y papel a la mano.
4. Leamos activamente. Esto significa: pensar y hacerse preguntas sobre lo que se lee, discutir mentalmente las ideas del autor, tratar de descubrir contradicciones y fallas, "leer entre líneas", subrayar las ideas importantes y repetir con palabras propias aquello que se lee.
5. Busquemos en cada lectura las ideas importantes. Recordemos que todo escrito puede resumirse en un número relativamente pequeño de oraciones; lo demás son explicaciones, repeticiones y ejemplos. Las ideas importantes son aquellas que corresponden al título y subtítulos del texto, y que se presentan generalmente destacadas en alguna forma. Si es de nuestra propiedad el material que manejamos, subrayemos las ideas importantes y escribamos notas al margen cuando sea necesario.
6. Procuremos leer siempre en un mismo lugar, el cual posea buena luz, temperatura normal y un mínimo de distracciones. Coloquemos la página de manera que la luz venga de la izquierda y que no haya resplandores. Controlemos el cansancio mediante descansos espaciados. Después de estudiar un rato relajemos nuestro cuerpo levantándonos, caminando, estirando los músculos y moviendo los ojos.
7. Variemos la velocidad de lectura con la finalidad y el contenido del texto. La lectura de estudio es lenta, la lectura informativa o recreativa es rápida. Pero no disminuyamos la velocidad innecesariamente: la lentitud retarda la comprensión en lugar de mejorarla; leamos, pues con la mayor rapidez posible.
8. En nuestras lecturas de estudio, Demos primero una visión rápida al texto, hagámonos preguntas, leamos luego completamente el contenido, subrayemos las ideas importantes, respondamos las preguntas y repitamos lo leído.
9. Asociemos lo que leemos con experiencias y conocimientos anteriores.
10. Aumentemos nuestro vocabulario. Ello es posible mediante: la lectura selecta y variada; el uso frecuentemente del diccionario; el conocimiento de sinónimos, antónimos y el origen de las palabras; y la confección y uso de una lista de palabras que se leen.
11. Utilicemos en la vida diaria (conversaciones, discusiones, clases, trabajos escritos) lo que aprendemos en las lecturas.
12. Busquemos en el diccionario las palabras nuevas que encontramos al leer, pero no lo hagamos en el momento mismo de encontrarlas sino al terminar el párrafo; ello porque muchas veces es posible descubrir el significado por el contexto.
13. Finalmente, tomemos nota de lo que leemos, hagamos resúmenes, esquemas o gráficos de lo que deseamos recordar. Un buen resumen, sobre todo si está bien organizado y con palabras propias, es garantía de comprensión lectora.
Como complemento a las recomendaciones anteriores, téngase presente que, un buen lector es aquel que, ante una lectura específica:
a) Lee con rapidez
b) Sabe distinguir lo importante de lo que no lo es
c) Es capaz de juzgar las cualidades y defectos del escrito
d) Halla, con prontitud, detalles que se le pidan
e) Conoce el significado de las palabras no comunes existentes y
f) Puede opinar sobre el estilo del autor.

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